domingo, 1 de marzo de 2015

INDUSTRIAS TEXTILES

INDUSTRIA TEXTIL EN VENEZUELA
Industria textil es el nombre local que se da al sector de la economía dedicado a la producción de ropa, tela, hilo, fibra y productos relacionados.
La industria textil genera gran cantidad de empleos directos e indirectos, tiene un peso importante en la economía mundial, y es uno de los sectores del comercio internacional que más controversias genera, especialmente en la definición de tratados comerciales internacionales.
El sector textil pertenece al sector secundario, cuyo objetivo es transformar las materias primas o productos semielaborados en productos terminados listos para su venta. El sector industrial es considerado el motor del desarrollo económico de un país. Las razones de esto son varias: elevada productividad, alto ritmo de crédito y la capacidad para amaestrar a otros sectores.
Las actividades que lo forman se clasifican según su nivel de demanda y contenido tecnológico. El sector textil se encuentra indica las posibilidades de aumentar la productividad por medio de la innovación y la capacidad de crecimiento de la producción. Las ramas de alto contenido tecnológico se corresponden con los mercados en expansión.
Los materiales textiles - fibras, hilostelas y ropa; son productos de consumo masivo razón por la que la industria textil y de la confección genera gran cantidad de empleos directos e indirectos, tiene un peso importante en la economía mundial y una fuerte incidencia sobre el empleo y la tasa de desempleo en los países donde se instala. Es uno de los sectores industriales más controvertido, tanto en la definición de tratados comerciales internacionales como por su tradicional incumplimiento de mínimas condiciones laborales y salariales por su deslocalización constante.
Las fábricas textiles son los lugares donde se desarrolla el trabajo y elaboración de los distintos materiales. Inicialmente el trabajo se realiza por mujeres en sus domicilios, luego en talleres más o menos adecuados y finalmente en instalaciones fabriles para la elaboración de hilaturas y confección de prendas. En la actualidad en América Latina se denominan maquiladoras.
Originalmente, el término textil se aplicaba sólo a las telas tejidas, pero con la evolución de esta industria se extiende ahora incluso a telas producidas por métodos diferentes al tejido, como las formadas por uniones mecánicas o procesos químicos. Igualmente, se aplica a variadas materias primas y materiales obtenidos de las mismas, como filamentos, hilos sintéticos, hilazas, que son empleados en tejidos trenzados, bordados, acolchados, hilados, fieltrados, etc.
En estas operaciones textiles también están consideradas las de preparación de las fibras de origen natural (vegetales o animales), y en los que se realizan procesos como el blanqueado, teñido o la mercerización.
La elaboración de tejidos se remonta a la antigüedad más lejana. Como industria textil, tras la invención de los telares mecánicos, comenzó a desarrollarse en Gran Bretaña, Francia, Bélgica y Estados Unidos a partir de mediados del siglo XVIII. Las máquinas se fueron perfeccionando rápidamente, pudiendo así incorporarse en la elaboración distintas clases de fibras.
La lana, que era la fibra natural más utilizada, comenzó a ser sustituida por el algodón, y aunque no la desplazó totalmente, sí se convirtió en la fibra natural de origen vegetal más utilizada.
Ya en épocas recientes, el algodón --que en tiempos pretéritos ocupaba en EEUU ingente mano de obra esclava en los territorios del Sur-- comenzó a perder su primer puesto en cuanto a demanda para la industria textil, y fue siendo reemplazado en gran parte por las nuevas fibras sintéticas y artificiales, con origen en los hidrocarburos, celulosas, etc.
Subsectores textiles
·        Producción de fibras. Las fibras son las materias primas básicas de toda producción textil, dependiendo de su origen, las fibras son generadas por la agricultura, la ganadería, la química o la petroquimica.
·        Fibra natural y fabricación de fibra sintética
·        Hilandería. Es el proceso de convertir las fibras en hilos.
·        Tejeduría. Es el proceso de convertir hilos en telas (véase también Sarga (tejido).
·        Tintorería y acabados. Son los procesos de teñir y mejorar las características de hilos y telas mediante procesos físicos y químicos.
·        Confección. Es la fabricación de ropa y otros productos textiles a partir de telas, hilos y accesorios.
·        Alta costura. El sector dedicado a la remuneración de artículos de lujo. Aunque produce cantidades menores de artículos, estos son de gran valor y crean las modas que determinan la dirección del mercado.
·        No tejidos. Producción de telas directamente desde fibras sin pasar procesos de hilatura y tejeduría.
·        Tejidos técnicos.

La industria textil: Es el más típico exponente de una producción ligera y maniobrera orientada al consumo. Dos ramas la constituyen: la de fibra natural de origen vegetal o animal y la química que comprenden las fibras artificiales.
La producción textil es pionera de la revolución industrial, desarrollándose las fibras artificiales al finalizar el siglo XIX, creciendo muy rápidamente a partir de entonces y planteando una fuerte competencia con las tradicionales. Esta evolución ha convertido al sector en algo muy complejo técnica y económicamente, conviviendo situaciones de crisis y expansión.

Perspectivas de la Industria Textil Venezolana
A pesar de las propuestas realizadas en consenso por todos los grupos industriales venezolanos, todavía no se han tomado medidas bancarias y gubernamentales que ayuden a la reactivacíon textil.
En los últimos cinco años, de acuerdo a un documento avalado por la Asociación Textil Venezolana y organismos cúpulas como Conindustria, Consecomercio, Fedeindustria y la Asociación Venezolana de Exportadores, la Industria Textil Venezolana se ha contraído en más de un 40%.
En lo últimos tres años, cerca del 60% de las empresas de este sector han cerrado sus puertas y en la misma proporción se han perdido clientes y puestos de trabajo. Según puede observarse en el gráfico, del total de empleos generados por la industria manufacturera, un 15,21% corresponde a la cadena Agrícola - Fibras - Textil - Confección. Es importante notar que más del 80% del empleo que genera esta cadena, es mano de obra femenina.
Los principales motivos por los cuales esta contracción ha ocurrido, están relacionados con los aspectos que se presentan a continuación.
Exportaciones
Según indicadores económicos, las exportaciones de productos textiles y de confección se han reducido en 64,4% desde 1997 hasta el año 2000. Esto se debe obviamente a la poca competitividad de nuestras productos en el exterior comparados con los de otros países, aunado a las políticas proteccionistas que han puesto en práctica otras naciones.
Según informaciones del Banco Central de Venezuela, esta caída drástica de exportaciones está íntimamente relacionada con la caída de la producción textil, por razones ya mencionadas en este artículo. Es de hacer notar que empresarios venezolanos han manifestado que sin ventajas competitivas para exportar, la industria textil estaría yendo hacia una debacle, que a medida que pase el tiempo, tendría mayores dificultades para recuperarse. Como consecuencia, se ha observado que a expensas de ramas económicas como la manufactura en Venezuela, entre 1999, y el año pasado, el comercio y servicios han aumentado.

Plan de la Industria
A pesar de lo expuesto, la industria textil presentó un plan para generar 120.000 empleos en tres años. Entre las medidas más importantes figuran:
ü  Que la banca del Estado establezca, mediante la emisión de bonos de la deuda pública, un programa de recompra de deuda de los sectores productivo y comercial con garantías respectivas.
ü  Adopción de medidas para convertir deudas en inversiones.
ü  Establecimiento de líneas de créditos con intereses de hasta 5 puntos por encima del índice de inflación para pequeñas y medianas industrias.
ü  Aplicar programas de financiamientos con apoyo del Banco de Comercio Exterior y de otros organimos multilaterales para las empresas productivas con el fin de adecuarlas a la exportación.
Estas medidas financieras requieren adicionalmente modificaciones en la Ley de Bancos.
Igualmente, los representantes de la cadena textil abogan por una política de "Compre Venezolano." Esto implicaría que los órganos del Estado podrán ser sometidos a la Ley de Salvaguarda del Patrimonio Público para su cumplimiento.
Asimismo solicitan, entre otras cosas, la reactivación de los programas de uniformes escolares, uniformes militares, lencería destinada a entes del Estado como hospitales, guarniciones militares y uniformes para los organismos de seguridad del Estado. Según los cálculos del sector, por esta vía podrían generarse 80.000 empleos anuales, dependiendo de la frecuencia con la se lleven a cabo estos planes.

Por último, los sectores textiles están solicitando una simplificación y flexibilización de la carga tributaria, así como la eliminación del impuesto a los activos empresariales, ya que esto descapitaliza a las empresas.
También sugieren poner en vigencia nuevamente los precios mínimos oficiales para prendas y productos textiles, con la finalidad de evitar ilícitos como la sub-facturación. Consecomercio en tal sentido, señala que cuanto antes, debe resolverse el problema de las aduanas.
En conclusión, el gremio textiles prevé que, de aplicarse estas medidas para incrementar la productividad de toda la cadena, el aporte fiscal se incrementaría para alcanzar los 300 millones de dólares al año en un mediano plazo y este sector recuperaría la importancia perdida hace ya algunos años, para beneficio de país.
La industria textil constituye el primer sector económico en muchos países que todavía se encuentran en vías de desarrollo. Su importancia y evolución en estos países viene determinado por una autonomía en la cual no precisan inversiones o tecnología foránea, materias primas costosas, ni tampoco una mano de obra demasiado especializada.
FASES PRODUCTIVAS
Lo que la empresa denomina fases productivas forma parte de algo más externo, sin ceñirse a las fases productivas propiamente dichas. Esto es, más que hablar de fases productivas sería más apropiado referirse a los procesos realizados en la empresa por el concepto de cadena de valor.
La cadena de valor del sector está constituida por los procesos de diseño, patronaje, escalado, corte, confección, embalaje, control de calidad y comercialización.
Diseño: la fase de diseño engloba actividades tales como la visita a ferias, compra de prendas para la copia práctica (habitual en el sector), así como todas las actividades propias del proceso como realización de bocetos, selección de tejidos, etc.
El resultado final de esta fase consiste en la obtención de un muestrario que se ofrecerá a los clientes. Dependiendo de su acogida entre éstos, la empresa obtendrá un determinado nivel de ventas. Pero además, de ello dependerá a su vez, el prestigio de la firma y el reconocimiento tanto de los clientes, como de los propios consumidores finales.
En general, el tamaño del muestrario oscila entre setenta y trescientos modelos. El porcentaje de venta de los modelos sobre muestrario es muy variado, ya que depende de numerosas variables como el prestigio de la marca, acierto en las tendencias, etc., si bien oscila entre un 45% y un 80-85%. Este proceso es clave para aquellas empresas que lo poseen, ya que de él depende la supervivencia de la compañía.
Patronaje, escalado y corte: estas fases son comunes para las empresas del sector. Así, de todas las empresas con fase de diseño, un 90% realizan estas tres fases internamente antes de poder confeccionar ellas mismas, o bien, mandar el tejido cortado a algún taller donde se subcontrata el proceso de confección.
Confección: la fase de confección se desarrolla en su mayoría (90% del total) en talleres especializados que no poseen ningún proceso de diseño propio, sino que son subcontratados por otras empresas.
Embalaje y control de calidad: estas dos fases están evolucionando durante los últimos años, debido sobre todo, a los avances tecnológicos del embalaje y a una mayor exigencia de calidad. El aumento de los requerimientos de calidad por parte de los clientes hace que sea necesario realizar un seguimiento constante de la calidad del producto en distintas fases:
En las etapas de subcontratación: después de recibir los productos procedentes de los talleres subcontratados.
Antes de la entrega al cliente: cada vez más y, sobre todo, ante clientes importantes, que suponen cantidades de venta elevadas, puesto que el mínimo error puede hacer devolver la mercancía vendida.
Comercialización: el proceso de venta de las empresas que cuentan con un diseño propio se hace a través de representantes asignados a un espacio geográfico determinado. El número de representantes varía en función de la cobertura geográfica que la empresa quiera obtener y, obviamente, de los recursos económicos y humanos que la empresa quiera o pueda destinar a este concepto.
Al valorar el grado de cumplimiento de los objetivos de ventas, es básico contar con unos representantes bien posicionados entre sus clientes. Los representantes son las personas en las que confían los detallistas a la hora de hacer los pedidos, por lo que un buen representante no sólo asegura las ventas de un período, sino que además es el que origina la captación de los nuevos clientes.
La característica o proceso que determina la tipología de la cadena de valor es la posesión o no del proceso de diseño integrado en la empresa. Paradójicamente, el proceso de confección en sí mismo no se halla entre los procesos habituales. La razón se encuentra en la propia evolución del sector hacia la búsqueda de flexibilidad y reducción de costes, de forma que, cada vez más, las empresas optan por deshacerse de los procesos que pueden ser objetos de subcontratación.
Así, un 90% de las empresas con un proceso de diseño propio subcontrata la confección en su totalidad; de forma que las empresas que fabrican prendas con su diseño propio o bien desarrollan su propio muestrario incorporan los procesos de diseños, patronaje, escalado, corte, embalaje, control de calidad y comercialización.
Sin embargo, las empresas sin fase de diseño corresponde básicamente a los talleres dedicados exclusivamente a la confección y sus servicios son contratados por las empresas que poseen un proceso de diseño propio. En este caso, la cadena se ciñe al corte, confección, embalaje y control de calidad.

ACUERDO INSTITUCIONAL PARA REACTIVAR
LA INDUSTRIA TEXTIL VENEZOLANA

Hay grandes esperanzas para el desarrollo y crecimiento de la industria textil en este país suramericano productor de petróleo.
Representantes de los principales sectores industriales y comerciales venezolanos, unificaron criterios en un manifiesto, en el cual se analizó la situación integral de la cadena textil-confección y se sugirieron medidas para corregir sus distorsiones con el fin de darle sostenibilidad al sistema con la participación más dinámica y activa de sus trabajadores.
Con este convenio, se prevé incorporar a la actividad textil a 145.000 trabajadores, pues en conjunto la cadena presenta un potencial de 220.000 empleos y actualmente sólo ocupa a 75.000 personas.
Se consideró como prioritaria la reactivación textil, ya que demanda relativamente poco capital por empleo generado y es gran empleadora de mano de obra, sobre todo femenina, lo cual alcanza un impacto social en Venezuela.
Igualmente si se toma en cuenta que la capacidad ociosa de la industria, es actualmente estimada en un 65% la reactivación debería ser casi inmediata, según acordado por las instituciones Conindustria, Consecomercio, Fedeindustria, y las organizaciones que constituyen la cadena del algodón fibras sintéticas, textiles, confección – moda.
Estas instituciones manifestaron su preocupación por el deterioro textil expresada por una reducción progresiva del uso de la consecuencia de la merma significativa del consumo e incremento de los ilícitos, con la creciente disminución del parque empresarial del país manifestado por el aumento del desempleo y la informalidad en la producción y comercio.
Medidas solicitadas
Las medidas solicitadas son las siguientes:
• Apoyo al sector primario. Mediante un precio justo al algodón en función de su costo de producción asegurándole el mercado a través de políticas gubernamentales, incentivos de exportación, fondos de compesación que igualen los costos interno e internacional, políticas exonerativas de derechos fiscales y de financiamiento a intereses que permitan una mayor competitividad.
• Lucha contra ilícitos aduaneros y contrabando.
• Financiamiento como motor de arranque.
• Llevar a cabo las siguientes acciones: Extender al sector productivo textil los beneficios de exportación que se aplican al sector del algodón (Draw Back).
Poner en práctica un agresivo programa de presencia de producción nacional en el mercado internacional, mediante un acuerdo y comité de trabajo entre Bancoex, Ministerio de Producción y Comercio y la cadena Textil.- Confección para desarrollar la capacidad exportadora.
Crear un fondo de estabilización de precios para las fibras sintéticas y de algodón. Establecer un programa de alto impacto para rescatar la capacidad productiva de los emprendedores venezolanos en alianza con el apoyo de los organismos multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo, Unión Europea, Banco Mundial, etc.
Revisar los precios de servicios eléctricos y gasíferos para la Cadena Textil-Confección. Exonerar los impuestos al valor agregado en zonas francas del país y derogar la Ley de Activos Empresariales.
Aplicar y poner en práctica el reglamento de Ley de Licitaciones y decretos sobre medidas temporales de promoción para reactivar al sector manufacturero.
Ejecutar los programas de compras del Estado como verdadero instrumento de política de desarrollo económico que amplíe el mercado, utilizándolo como herramienta de reactivación.
Venezuela, como país prácticamente monoproductor de petróleo, a diferencia de países vecinos como Colombia y Brasil, lamentablemente no ha desarrollado una cultura académica textil, a pesar de que este sector, conjuntamente con el de la confección, constituye la segunda gran generadora de empleo después del sector energético. Por ello, es natural que requiera de asesores técnicos extranjeros para optimizar las operaciones que se llevan a cabo para el aprovechamiento de sus recursos.

En este sentido, la industria textil en Venezuela muestra solamente limitaciones desde el punto de vista tecnológico. Sus trabajadores textiles tienen iniciativa y buena voluntad hacia el trabajo. Sin embargo, deben de tener un buen conocimiento del proceso completo de manufactura textil.
En general, se necesita un Servicio Técnico integral que se adapte a lo que el país quiere y tiene; utilizar sus productos químicos, servicio técnico que incluya asesoramiento en manufactura de hilos, urdimbre y su enrollado en plegadores, engomado, tejidos convencionales y de punto, preparación, teñido y acabado textil.
Los empresarios venezolanos, al igual que en otros países en vías de desarrollo, no pueden justificar las grandes inversiones de infra-estructura que poco a poco han realizado los países desarrollados, y es aquí donde el trabajo en equipo puede resultar beneficioso para ambas partes. Venezuela puede tener un mayor desarrollo textil a mediano plazo mediante iniciativas privadas y gubernamentales que conlleven a que dentro de las empresas, universidades o colegios técnicos se pongan en práctica programas de entrenamiento que conlleven a la disponibilidad de empleados altamente entrenados, que puedan apoyar al gran caudal de trabajadores que este sector industrial requiere.
Las compañías venezolanas deberían aprovechar el servicio que ofrecen empresas extranjeras capacitadas, el cual se ofrece con la compra de insumos básicos o separadamente en forma de consultoría. En este sentido, deben buscar compañías que ofrezcan alta calidad en sus productos, preferiblemente con certificación ISO 9002, y que continúen trabajando hacia un mayor nivel disponible.
Efectos
Todas las industrias dependen de la industria textil para sus propios productos, como es el caso de la moda o la industria de los muebles y la industria de fabricación de alfombras. La industria textil también sirve a otros segmentos del mercado, como los involucrados en las artes textiles, como las colchas y los tejidos. Incluso los pintores dependen de esta industria para obtener las telas sobre las que pintan. Otros artistas son en realidad parte de la industria textil: quienes venden sus diseños a los fabricantes de telas, quienes a su vez imprimen estos diseños directamente sobre las telas que fabrican. Hay industrias que han sido construidas en beneficio de la industria textil, como los fabricantes de maquinas de tejer e incluso los proveedores de software, que adaptan sus programas para esta industria.


2 comentarios:

  1. Muy buena informacion profe, muchas gracias!!

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