lunes, 15 de enero de 2018

EDUCAR PARA LA VIDA

Pedagogía y Educación para la vida

De acuerdo a los diversos paradigmas se establece la concepción de educación como un proceso por medio del cual el individuo adquiere experiencias que lo tornarán más eficiente en las acciones futuras. De tal manera que al reflexionar sobre este concepto, considero que depende de la capacidad que tengamos de ofrecer una educación con significado, que nos lleve a tener una participación en cualquier ámbito, ya sea individual o colectiva, y todo dependerá de los conocimientos que como docentes impartamos. Así mismo que la experiencia adquirida a través del proceso educativo depende de factores importantes; como es la relevancia, ya que no se puede hablar de una educación eficiente si no hay algo que la marque y la haga productiva, sobre todo útil y que se relacione con el propósito de su vida. La relevancia debe tomar en cuenta desde el niño, puesto que el proceso que va a llevar de aprendizaje debe estar acorde con su etapa de desarrollo.

En consecuencia, al egresar de la educación básica, los alumnos deben tener las habilidades de buscar información, analizarla y tener una visión crítica de la realidad; comprender, expresarse, razonar, resolver problemas, analizar, entre otros. Cabe destacar que a través de la educación se genera el proceso de comprensión, apropiación, procesamiento y aplicación de la información y por último las habilidades, que se van adquiriendo con en desarrollo de conocimientos y se hace a fin una práctica, puesto que aquí es donde se aplican.

En todo caso, no sólo tratamos de transmitir conocimientos como docentes, sino de ayudar a abrir un horizonte amplio sobre el alumno y así el poder cubrir las necesidades que la sociedad exige, y darles las herramientas, habilidades, conocimientos, suficientes que le permitan enfrentarse claramente a la vida, y que a su vez les ayude a reflexionar los problemas y poder enfrentarlos con éxito; dado que, la educación se desarrolla a lo largo de toda la vida, es un proceso continuo que acompaña y atraviesa las vivencias de los individuos en distintos contextos y va más allá de las instituciones dedicadas a la enseñanza.


Paradigmas Educativos

En este sentido, la pedagogía parte de supuestos o ideas donde en cada época se le ha dado una perspectiva al hombre como el elemento fundamental a través de la historia, debido a que en torno a él surgen todas las concepciones y la manera de cómo ha evolucionado en el ámbito educativo, lo que nos permite en la actualidad determinar que la educación está presente en todas las actividades de la vida colectiva a lo largo de la historia de la humanidad; en el devenir cotidiano de las personas y de la sociedad y cuyo fin es lograr dirigir y reestructurar su propio desarrollo en los diferentes ámbitos sustentados en valores y principios.

La educación debe enfrentar nuevos retos y complejos desafíos en torno a una visión pedagógica reflexiva y a través de la cual el aprendizaje se proyecte hacia la sensibilización humana, como un saber didáctico, como una competencia del arte de enseñar haciendo énfasis en el aspecto fundamental del ser humano que es la educación. Al respecto, el sistema educativo venezolano se ha conformado progresivamente dando prioridad a políticas pedagógicas que favorezcan un abordaje solo en conocimientos en función de la inserción laboral, descuidando la esencia de formar para ser en un contexto más humano.

En este sentido se reduce en un acto de consumo de conocimientos, creando fracturas artificiales entre el hombre y su entorno; olvidando la condición humana, la cual se caracteriza por la preservación de la vida, la convivencia y lo más importante en este caso, la formación humana como misión con toda la intencionalidad verdaderamente educativa en todos los subsistemas escolares; así mismo, la importancia de la formación de personas autónomas y críticas, educadas para ser y no sólo para hacer. Esta tendencia de los contextos escolares los hace cada vez más competitivos, debilita el desarrollo integral de los niños y adolescentes y por ende un desarrollo equilibrado de la personalidad que involucre los factores afectivos, cognitivo y social, donde la educación involucre todas las dimensiones de la personalidad humana y con conocimientos y entendimientos cada vez más consciente de las posibilidades de ser en lo individual y en lo social.

Sin embargo, el potencial humano del niño debe madurar durante su trayectoria educativa por cada uno de los subsistemas escolares favoreciendo una visión crítica de su entorno que desarrolle la capacidad de valorar y valorarse como fuente primaria de la humanidad y de la sociedad, que trascienda a la razón lógica para abrirse a diferentes tipos de conocimientos como la intuición concebida como una realidad cualitativa impredecible y generada a partir de sí mismo. En este sentido, educar desde una pedagogía más humana significa promover el aprendizaje y desarrollo del individuo para formar la persona con una nueva manera de percibir el mundo, que favorezca una interrelación compleja, no aislada ni fragmentada; el sentido de ser parte de un mundo en armonía; que reconozca el aprendizaje como una dinámica personal con fases de maduración y de intercambio con el entorno.

De tal manera, que la pedagogía desde lo humano debe concebir el valor del individuo no sólo como fuente de conocimiento propio, sino destacar la importancia de las personas en la creación de conocimiento compartido a partir de su propia experiencia basada en su identidad, valores y emociones; educar a la persona total, siguiendo sus necesidades de acuerdo a las etapas de su vida; destacando su potencial humano, estimulando y facilitando su desarrollo autónomo de actitudes y aptitudes.

En tal sentido, el rol de una pedagogía más humana debe fundamentarse en recuperar la dignidad de las personas para enseñarles a vivir más humanamente; que se recupere la apasionante aventura de ser persona, de darle relevancia al ser humano; tal como refiere Fernando Savater (1999):


La principal tarea de la humanidad es producir más humanidad. Lo principal no es producir más riqueza o desarrollo tecnológico, todas esas cosas que no son por otra parte, desdeñables, sino que lo fundamental de la humanidad, es producir una humanidad más consciente de los requisitos del ser humano.


Aquí radica la labor educativa, que enseñe al individuo a sacar a la luz ese ser humano que lleva por dentro; que tenga las herramientas para construir su personalidad y el rol que desempeñará en la sociedad de acuerdo a sus actitudes en un clima de armonía y libertad; aprender a vivir y a convivir como seres humanos, a amarse, a valorar la libertad y a ser más consciente; a desarrollar sus talentos y posibilidades sin perder su propia autenticidad; a asumir la vida como una tarea.

En efecto; en el ámbito escolar, a cada estudiante se le debe enseñar a conocerse, a valorarse y emprender con honestidad su propio proyecto de vida; tal como lo refiere Eduardo Galeano, en el libro de los abrazos “cada persona brilla con su luz propia entre todas las demás”; esto nos demuestra que cada persona es única, con sentimientos propios; de ahí la necesidad de aprender a ser agradecidos y humildes.

Desde esta perspectiva humanizadora, se concibe la educación como un proceso que ayuda a cada persona a ser emprendedora, a convertir sus carencias en fortalezas, a ser perseverante, a enfrentarse con firmeza a las dificultades y a descubrir su propia inteligencia en el pensar para saber, supone un proceso para razonar, asumir una postura critica frente a los hechos y a la vida, producir conocimientos, desarrollar la capacidad de comprender, comprenderse y comprometerse en la vida para hacerse más humano.


A través de una educación enfocada desde lo humano se pretende desarrollar la capacidad de aprender, desaprender y reaprender; construir y reconstruir; transformar a la educación tradicional y superar a las instituciones actuales, que enseñen más a pensar que a repetir; a producir y reproducir; a saber utilizar lo que se sabe y a ponerlo al servicio de la vida; en fin, a desarrollar su propia inteligencia desde lo humano; aprender a convivir con los demás con la naturaleza: aprender a comunicarse, a compartir la búsqueda de un desarrollo sostenible que atienda a las necesidades de todos; que priorice la calidad de vida sobre la cantidad, valorar a los demás, respetar las diferencias, ser solidarios y justos.

MSc. Yamilis Berroterán

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