viernes, 19 de abril de 2019

APRENDIZAJE EN ACCIÓN


“Mi noción del aprendizaje no excluye el esfuerzo, ni la abnegación, y ni siquiera el sacrificio, que suele ser inevitable, pero sí la pesadez de quien hace esas cosas sin convicción, sólo por conveniencia o por sujeción a algún poder. Si alguna revolución requiere la educación, pienso que es la revolución de la alegría, que les devuelve o les confiera a los procesos educativos su radical condición de aventura apasionada, de expedición excitante, de juego y de fiesta.” W. Ospina

 LA EDUCACIÓN debe configurarse como un concepto global necesario para el individuo a lo largo de toda su vida y que le dotará de un desarrollo integral en la adquisición de competencias y capacidades, así como de la capacidad para aprender. Serán sus competencias adquiridas y su capacidad para aprender las que permitan a un sujeto adecuarse a las transformaciones del entorno.  

 Este modelo educativo requiere centrar la educación en el aprendizaje y no en la enseñanza. El cambio de enfoque didáctico se refleja en los propósitos que debe plantearse el profesorado:
 •     Buscar un aprendizaje que favorezca el desarrollo integral del alumno.
•     Promover un aprendizaje de calidad, expresado en términos de competencias para resolver problemas de la realidad.     
•     Promover el desarrollo de la creatividad, la iniciativa y la capacidad para la toma de decisiones.
•     Integrar la teoría y la práctica, el trabajo manual y el trabajo intelectual.
•     Promover el desarrollo de competencias consideradas desde una visión holística, tanto en términos genéricos como específicos.
•      Promover la autonomía del alumno.

De igual manera, este modelo en el plano didáctico implica promover condiciones y situaciones de aprendizaje que permitan:
 •  Integrar el aprendizaje con la vida real.
•  Identificar o construir condiciones de aplicación más reales (por ejemplo, diferentes ejercicios de simulación, talleres, trabajos de campo, prácticas de laboratorio, ensayos, tesis, tareas de micro enseñanza, etc.).
• Diseñar experiencias de aprendizaje que permitan alcanzar diferentes soluciones o varias vías de solución.
•  Crear entornos que sean cooperativos y colaborativos.
•  Priorizar estrategias didácticas en las que los participantes jueguen un papel activo, que les permita descubrir y construir conocimiento por sí mismos.
•   Promover el aprendizaje a través de situaciones problemáticas.

 Sólo de esta manera conseguiremos envolver a los procesos educativos en ese halo de aventura apasionada, de juego y de fiesta que plantea William Ospina: "Una cosa es la educación y otra es el sistema escolar. Por momentos coinciden, pero la educación comienza mucho antes de la llegada de los niños a las aulas. La primera forma de enseñanza es el ejemplo, y lo más importante es la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace. 
Por eso tiene tanto sentido la frase de Bernard Shaw: "Mi educación se vio interrumpida con mi ingreso a la escuela".

TÉCNICAS DE ESTUDIO: AYUDAN Y DESARROLLAN AL ESTUDIANTE
 “En el periodo de estudiante, yo no conocía la manera de estudiar, ni siquiera la de leer un libro con provecho. Hay una manera de estudiar para lucirse en un examen, hay otra forma de estudio que nutre el espíritu. Yo no he llegado a poder ninguna de las dos. La enseñanza estaba hecha a base de trozos aprendidos de memoria. Hay lectores buenos y malos. Yo, de joven, he leído siempre atropelladamente, saltando líneas, buscando diálogos si se trataba de una obra novelesca. Sólo ya muy tarde he podido leer despacio, palabra por palabra”.                 Pío Baroja. Memorias. 1956

Las técnicas de estudio son un conjunto de herramientas que ayudan a mejorar el rendimiento académico y facilitan el proceso de memorización, reflexión, análisis, crítica y aprendizaje.
El adecuado uso de los métodos y de las técnicas de estudio permite al estudiante lograr un aprendizaje significativo, progresivo y autónomo y un mejor aprovechamiento del estudio. Facilitan y mejoran la actitud frente al estudio, integrando la atención y la concentración, distinguiendo lo principal de lo secundario. Implican no sólo lo visual y auditivo, sino también la escritura.
La lectura comprensiva, el resumen, subrayar los textos, realizar mapas conceptuales, esquemas, identificar ideas centrales, entre otras, son las mejores actividades para estudiar temas largos o difíciles. 
 El éxito escolar radica en gran medida en cómo aprender de manera comprensiva y significativa. Esto se basa en el dominio de destrezas técnicas que convierten el estudio y los procesos de aprendizaje en una actividad personal que conduce a una adquisición eficiente y eficaz del conocimiento.

LA MOTIVACIÓN Y EL ÉXITO ACADÉMICO
 Los tres principios sobre los que se apoya el éxito académico son:
1. PODER: se refiere a la capacidad que cada individuo tiene para determinadas áreas y no para otras. Hay quienes pueden estudiar y aprender fácilmente matemáticas, física y química. Y hay otros que tienen aptitudes para la música, el arte, las letras, etc. (Este concepto está relacionado con el estilo de aprendizaje).
2. SABER: representa el conjunto de herramientas, medios, e instrumentos necesarios para alcanzar una meta (concepto que se relaciona con las técnicas de estudio y organización).
3. QUERER: constituye el deseo de aprender. Las ganas que pone un individuo para estudiar y aprobar. LOS SUEÑOS Y LA ILUSIÓN POR ALCANZAR UNA META. (concepto que se relaciona con la motivación)

Los tres elementos tienen que estar en equilibrio constante, hay que imaginarlos como un taburete sobre el que el alumno se sienta, si le quita una de esas tres patas se cae. Si puede y sabe cómo conseguirlo pero no quiere, no desea hacerlo, es porque se siente desmotivado. En este caso, estudiar se convierte en un problema, un peso sobre sus espaldas. Entra en una lucha personal, en un conflicto interno muy difícil de superar.
La MOTIVACIÓN es lo que nos incentiva para hacer algo, despierta nuestro interés y dirige nuestros esfuerzos. La motivación para aprender está planteada hoy en día como una condición indispensable para el éxito académico. Existen sujetos que logran sortear muchas dificultades académicas y personales gracias a la fuerte motivación que sienten por aprender, en general, desarrollan más y mejores hábitos de estudio. veamos algunos ejemplos:
•  Niccoló Fontana (1500-1557) matemático italiano conocido con el apodo de Tartaglia debido a su tartamudez, consecuencia de un golpe en la cabeza durante su infancia. Quedó huérfano y sin medios materiales para educarse por lo que se vio obligado a ser un autodidacta. Su genio y su fuerza de voluntad le llevaron a ser un gran matemático.
• Euler, Leonhard (1707-1783), matemático suizo, cuyos trabajos más importantes se centraron en el campo de las matemáticas puras. Obstaculizado por una pérdida parcial de visión antes de cumplir 30 años y por una ceguera casi total al final de su vida, Euler produjo numerosas obras matemáticas importantes, así como reseñas matemáticas y científicas.
•   Einstein, Albert el científico más importante del siglo xx (1879-1955) era tímido y retraído, con dificultades en el lenguaje y lento para aprender en sus primeros años escolares. El colegio no lo motivaba; era excelente en matemáticas y física pero no se interesaba por las otras materias. Albert Einstein fue galardonado con el Premio Nobel de Física en el año 1921, por sus investigaciones sobre el efecto fotoeléctrico y sus grandes aportaciones en el terreno de la física teórica. Fue el hombre destinado a integrar y proyectar, en una nueva concepción teórica, el saber que muchos hombres de ciencia anteriores prepararon con laboriosidad y grandeza. 

"Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber"
 Albert Einstein (1879-1955)

Existen dos clases de motivos para estudiar. Pueden ser de tipo interno y externo.
        Los de tipo interno son:
•   El deseo de superación personal y profesional
•   El interés por el objeto de estudio
• La satisfacción por la consecución de un objetivo, o simplemente por haber hecho todo lo posible por alcanzarlo.
•   El querer estar preparado para el futuro
•   El ser útil a la sociedad

      Los de tipo externo son:
•    El premio o buena nota
•   El tener buenos ingresos
•   El complacer las expectativas de los demás (padres, profesores, amigos, etc.)
•   El prestigio ante los demás
 Ambos tipos de motivos suelen estar unidos, pero los de tipo interno resultan más valiosos para el sujeto que aprende ya que funcionan como el motor que conduce el esfuerzo. Según estos motivos, aprender es un fin en sí mismo y no un medio para alcanzar otras metas. En cambio, los de tipo externo están ligados a la satisfacción de motivos que no parten de la actividad en sí misma, sino que buscan una recompensa, que no siempre es posible de alcanzar. Por ejemplo: estudiar para acceder a un puesto de trabajo con altos ingresos, no es un motivo malo pero, tiene que ir acompañado de otros motivos, ya que esto no está garantizado. El tener claro  por qué y para qué estudiar va a dar sentido a cualquier proceso de aprendizaje. No se trata de buscar motivos para estudiar, sino de encontrar aquellos que resulten valiosos para cada persona.

A partir de cierto momento la educación sólo puede ser activa. Compartir conocimientos, investigar, crear, hacer.